El hormigón es el material más utilizado por el ser humano en el mundo, con un consumo anual de cerca de 10.000 millones de m³. Además, las emisiones de CO2 desde su fabricación representan cerca del 5 % de las emisiones de gases de efecto invernadero antropogénicas del mundo.
El proyecto ECO-BINDER promete reducir en gran medida esta huella de carbono, y de paso transformar las industrias del hormigón y la construcción. Su objetivo es desarrollar una nueva generación de materiales de construcción a base de hormigón y componentes prefabricados para la envolvente de los edificios cuya energía incorporada sea un 30 % menor, que mejoren las propiedades de aislamiento en un 20 % y que tengan un coste un 15 % menor respecto de las opciones disponibles que actualmente se basan en el cemento Portland.
«El proyecto demuestra que el cemento Portland común (OPC) y los productos de hormigón basados en el OPC pueden sustituirse con productos nuevos basados en la clase de aglutinantes con baja concentración de CO2 Belita-Ye’elimita-Ferrita o (BYF)», afirmó el Sr. Frederico Meneghello, coordinador del proyecto y gerente del área de Inteligencia Tecnológica de D’Appolonia, S.p.A.
El proyecto ECO-BINDER, que comenzó en enero de 2015 y durará cuatro años.
¿En qué es superior la tecnología BYF?
En la tecnología BYF, la mayor resistencia inicial de los sulfo-aluminatos de calcio se combina con la durabilidad proporcionada por la belita. Los cálculos preliminares de evaluación del ciclo de vida indicaron que las emisiones de CO2 de BYF son menores que las del cemento Portland porque la materia prima contiene menos calcio (menos uso de caliza); una menor temperatura de combustión de escoria, de entre 1 250 y 1 300 °C; y menor consumo de energía para la rectificación. Es por ello que la energía incorporada fue significativamente menor que con el cemento OPC.
Las nuevas soluciones para la envolvente de los edificios también integrarán muchas funciones en un solo producto. Prometen mayores rendimientos en términos de aislamiento/absorción acústica, resistencia a incendios y al moho, estabilidad dimensional para evitar fugas de aire o agua, y una optimización de la calidad del aire en los ambientes interiores. Además, presentan propiedades de superficie multifuncionales, como la reflexión térmica, propiedades repelentes de la antisuciedad, propiedades antibacterianas y de autolimpieza, dependiendo de las tecnologías de acabado aplicadas.
Para establecer una base de comparación sensata con el cemento Portland, los científicos del proyecto en primer lugar revisaron las reglamentaciones y normas en la industria de la construcción.
«El objetivo es determinar si podemos utilizar las normas vigentes, que se refieren al cemento Portland, o si debemos fijar nuevas normas», indicó el Sr. Meneghello. «A la larga, el objetivo es garantizar una comparación congruente y que la normalización no impida adoptar los nuevos productos».
Demostración de su utilidad
Para demostrar la eficacia de la nueva tecnología, ECO-BINDER está construyendo pequeñas casas de demostración en regiones de España, Reino Unido y Rumanía. Las casas son del mismo tamaño y están expuestas del mismo modo al sol, pero se encuentran en diferentes regiones, y esto permite a los científicos de ECO-BINDER estudiar el efecto de las condiciones climáticas. En el curso de al menos un año se controlarán la temperatura, la humedad y otras variables con el objetivo de analizar las repercusiones estacionales y la durabilidad. Se analizarán estructuras similares construidas con cemento Portland en los mismos sitios con el fin de comparar fielmente las dos tecnologías.
A medida que aumentan las restricciones respecto de la huella de carbono de los edificios, deberán reformarse las estructuras existentes. Su reacondicionamiento con los componentes prefabricados de ECO-BINDER podría ser un proceso más ecológico y rentable que aplicar cemento nuevo. Al mismo tiempo, el nuevo cemento desarrollado en ECO-BINDER podría utilizarse también en otros sectores.
Fuente: ingenieros.es
Deja una respuesta